Fuentes: GLOBOCAN http://globocan.iarc.fr/ Cáncer Foundation, recuperado de: https://www.cancer.net/es/tipos-de-c%C3%A1ncer/c%C3%A1ncer-de-est%C3%B3mago/introducci%C3%B3n
CÁNCER GÁSTRICO
Es la cuarta enfermedad oncológica en incidencia y segunda en mortalidad a nivel mundial, ocupando el segundo lugar en incidencia y primer puesto en mortalidad dentro de Colombia, según cifras arrojadas por GLOBOCAN, con cerca de 17 nuevos casos al año por cada 100.000 habitantes y relacionada con 13 decesos por cada 100.000 habitantes para nuestro país. Cuando hablamos de cáncer gástrico, nos referimos a la alteración de las células sanas ubicadas en el estómago que comienzan a crecer hasta formar tumores. Su epidemiología está intrínsecamente ligada a los hábitos alimenticios. El alto consumo de alimentos ahumados, salados como los trabajadores de minas, granjas refinerías de níquel, de caucho, madera o asbesto han mostrado mayor incidencia, algunas patologías también se asocian como es la presencia de pólipos gástricos, anemia perniciosa, esofagitis crónica por reflujo y ulceras pépticas. La clave para prevenir un cáncer gástrico radica en la alimentación; la asesoría nutricional debe insistir en el consumo de frutas y verduras frescas y cantidades moderadas de proteínas y grasas animales. Las personas con un alto riesgo deben hacerse las endoscopias gástricas más frecuentemente. Este cáncer se caracteriza por la falta de síntomas precoces, los síntomas son vagos y es posible que hayan estado presentes durante varios meses incluyen: indigestión y ardor epigástrico, malestar, saciedad precoz, sensación de llenura después de comer, pérdida del apetito. Su examen físico debe incluir palpación del abdomen para detectar si hay masas o nódulos en la región umbilical. Los dos procedimientos diagnósticos más útiles son la endoscopia del tracto gastrointestinal superior y las series radiográficas de doble contraste de esa área. Tiene varias modalidades de tratamiento: la quimioterapia, la radioterapia, el uso de medicamentos de origen biológico (tipo de terapia análoga a la quimioterapia) y la cirugía. Siendo la última la más común.